El robot amigo de los brazos

Lo que parece un juego, puede ser algo vital para el grado de movilidad de una persona. Pero sí, efectivamente, es un juego, con sus grados de dificultad, niveles y retos. La empresa vallisoletana Inimax, con sede en el polígono El Carrascal, y el centro tecnológico Cartif, ubicado en el Parque Tecnológico de Boecillo, desarrollan un robot háptico (que funciona con el contacto del usuario) dirigido a las personas con un movimiento reducido en sus extremidades superiores.

"Está dirigido a todo el brazo, tanto a codos como a muñecas. Hay gente que sufre un accidente cardiovascular y pierde la movilidad y la fuerza en uno de sus brazos", explica Raúl Zapico, director técnico de Inimax. Las personas con este tipo de problemas, a los que les es difícil, en muchas ocasiones, coger un objeto e incluso moverlo, tienen una oportunidad con el robot de la empresa vallisoletana y Cartif.

El sistema es una mesa metálica, con dos ejes calibrados (primero se hizo un prototipo 'rápido' porque esos ejes venían de Japón, que se paró con el terremoto y posterior tsunami, aunque ya está fabricado con el material nipón) que permiten que el usuario mueva un 'joystick' en todas las direcciones, tanto de derecha a izquierda y al revés y de frente hacia atrás y al contrario.

De este modo, el paciente podrá entrenarse con el robot para ir ganando fuerza y movilidad, pero puede comenzar desde el nivel mínimo. "No hace falta que lo mueva, porque hay gente que no lo puede mover. Hay varias opciones en las que se incluye ayuda", expresa Daniel F. Díez, director comercial. "La persona aplica la fuerza que es capaz, el robot le guía hasta donde pueda y el sistema no le permite ir en otra dirección", que estará programado en función de las necesidades del paciente. El 'joystick' tiene una altísima sensibilidad, ya que hay personas que tienen que empezar desde cero a aprender a mover su brazo.

Estos niveles los marca un sistema informático al que va conectado el robot. De hecho, en el fondo de la 'mesa robótica' hay una pantalla en la que van apareciendo los distintos niveles, instrucciones y juegos que debe seguir la persona que realiza la rehabilitación más innovadora. "Hay varios niveles y distintas opciones. Puede salir: coge ese conejo, o haz tal movimiento. Eso ya es totalmente adaptable", explica Zapico.

Y es que el objetivo de Inimax y Cartif no es que este robot háptico pueda usarse, de primeras, 'a la ligera' por cualquier persona con problemas de movilidad, sino que la intención es que sean los fisioterapeutas y las personas especializadas las que estén al tanto del funcionamiento de la máquina y de la evolución del usuario.